En 1990, el productor de teatro Cameron Mackintosh trajo el musical Miss Saigón a Broadway tras una muy exitosa temporada en Londres. Basada en la ópera Madame Butterfly, Miss Saigón ocurre durante la guerra de Vietnam y se enfoca en la relación romántica entre un soldado americano y una huérfana vietnamita llamada Kim. En el musical, Kim es obligada a trabajar en ‘Dreamland,’ un bar de tercera cuyo dueño es un personaje conocido como el “Ingeniero,” un hombre mitad francés y mitad vietnamita. La producción fue muy anticipada, generando millones de dólares en ventas de voletos antes de su estreno.
Controversia estalló, sin embargo, cuando los productores revelaron que Jonathan Pyrce, un actor británico blanco, repetiría su papel del ‘Ingeniero’ euroasiático. El actor asiático-americano B.D. Wong declaró que al usar un actor blanco para un papel escrito para un actor asiático, la producción estaba promoviendo la práctica de “yellow-face” (cara amarilla). Similar a producciones de “blackface” (cara negra) populares en los siglos diecinueve y veinte, producciones de “yellow-face” ponen a actores no asiáticos en papeles escritos para asiáticos, y en ocaciones también utilizan estereotipos físicos y culturales para hacer amplios comentarios sobre identidad. Wong le pidió a su sindicato, la Asociación de Equidad de Actores, que “obligara a Cameron Mackintosh y futuros productores a que sus elencos reflejaran autenticidad racial.”
La Asociación de Equidad de Actores inicialmente estuvo de acuerdo y no permitieron que Pyrce actuara: “La Asociación piensa que al contratar al señor Pyrce como un Euroasiático es especialmente ofensivo y constituye un insulto a la comunidad asiática.” También, muchos argumentaron que el casting de Pyrce restringía aún más las ya escasas oportunidades de trabajo que tienen los actores Asiático Americanos.
Frank Rich del New York Times estuvo en desacuerdo, y criticó al sindicato por priorizar política sobre talento: “El trabajo de un productor es dar el mejor show que él pueda, y la actuación del señor Pyrce es tanto el centro artístico de este musical al igual que es el mejor antídoto a sus más agrandados excesos. Es difícil imaginar que otro actor, blanco o asiático, sea mejor que el que originó este personaje tan único. ¿Por qué abrir en Broadway con un actor de segunda, sin importar raza o credo?” El director de casting, Vincent G. Liff, también defendió sus acciones usando el mismo argumento: “Puedo decir con certeza total que si hubiera un actor asiático de 45 a 50 años, con una trayectoria en el teatro clásico, y de estatura y reputación internacional, nosotros ya lo hubiéramos encontrado.”
Al final la Asociación de Equidad cambió su decisión y Pryce actuó como el ‘Ingeniero’ en Broadway con mucho aclamo. Sin embargo, la producción continuó siendo controversial durante su exitosa temporada en Broadway. Para muchos, es una producción que representa uno de los casos contemporáneos más famosos de la práctica de “yellow-face.”