Escrito y narrado por:
Minette Drumwright, Ph.D., M.B.A.
Department of Advertising and Public Relations
Moody College of Communication
The University of Texas at Austin
En realidad hay muchas personas con buenas intenciones, gente que se compromete a respetar los códigos de honor en la universidad y los códigos de ética en su lugar de trabajo, pero que toman malas decisiones y se ven atrapados en problemas éticos e incluso en escándalos. ¿Cómo es que estas personas, que no tienen intención de hacer nada malo, se meten en problemas ?
Mi coautor, Patrick Murphy, y yo, hemos encontrado en nuestra investigación, que algunas personas tienen lapsos morales debido a lo que hemos llamado «miopía moral». La miopía moral es una distorsión de la visión moral que mantiene las cuestiones éticas fuera de foco. De hecho, la miopía moral puede ser tan severa, que una persona esté ciega a los lapsos éticos y no los vea en absoluto.
La miopía moral puede tomar muchas formas, pero por lo general se produce en uno de estos tres niveles: el individual, el organizacional o el social. A nivel individual, una persona con miopía moral no puede ver un problema en algo como alterar los números en una hoja de tiempos o en un informe de gastos, o con mentirle a un supervisor o a un cliente, con el fin de verse un poco mejor.
Supongamos que una vendedora miente y afirma falsamente haber vendido una pieza importante a un cliente, en el trimestre actual, cuando sabe que el cliente no tendrá realmente deseos de comprar la pieza sino hasta el próximo trimestre. Lo hace para calificar para un bono. Pero hay que pensar en los costos; la orden tiene que ser procesada, la pieza tiene que enviarse a un almacén y la empresa tiene que asumir los costos de almacenamiento hasta el próximo trimestre. La información de sus ventas es inexacta, y hay distorsiones en las expectativas que pueden poner en riesgo la toma de decisiones eficaz. Habrá también un costo por la corrección de los registros cuando la distorsión finalmente salga a la luz, y así sucesivamente. Esto puede crear un ciclo adictivo, porque la vendedora, ha canibalizado las ventas del próximo trimestre. Lo más probable es que vaya a tener que encontrar una manera de inflar las ventas del próximo trimestre para compensar lo que hizo en este… Y todo esto sin considerar que pueden darse cuenta de su truco y castigarla por jugar con el sistema.
A nivel organizacional, una ejecutiva de publicidad puede decir, «yo nunca podría hacer publicidad de cigarrillos», pero si su agencia tiene a la vez una cuenta de una tabacalera como un cliente, y ella no ve en eso un problema ético, entonces ella tiene una forma de miopía moral.
Encontramos que la miopía moral tiende a ocurrir con más frecuencia en el nivel social, y aquí está un ejemplo de la forma que podría tomar: Una vez más, pensemos en una ejecutiva de publicidad. Supongamos que ella sabe que las modelos ultra-delgadas en los anuncios, pueden tener un impacto negativo en la percepción de las mujeres jóvenes sobre la belleza y ello contribuir a problemas tales como trastornos de la alimentación; pero ella no ve ninguna conexión entre las modelos que selecciona para los anuncios y este problema social, ni siente la responsabilidad de contribuir al mismo.
¿Cómo pueden las personas inteligentes no darse cuenta de estas cosas que deberían ser tan evidentes? Las culpables parecen ser, las racionalizaciones – las utilizamos con nuestros padres, con nuestros profesores y supervisores, y las usamos con nosotros mismos. Algunas de las justificaciones más comunes en que se basa la miopía moral, son racionalizaciones tales como «Si es legal, debe ser moral». O si no es ilegal, debe ser ético. Escuche lo que el CEO de una gran empresa me dijo:
Creo que esta es probablemente una de las empresas más éticas que hay. Porque está muy regulada. Todo lo que hacemos tiene que ir a través de nuestros abogados para asegurarnos de que está conforme a la ley, y luego, con los abogados de nuestros clientes… Es muy difícil ser poco ético en este negocio, incluso si quisieras.
Está cometiendo un error clásico. La mayoría de los especialistas en ética y los juristas, consideran la ley como lo mínimo, y sin embargo, buscamos el consuelo de la ley. Adivina cuál es la industria de este director general: es la publicidad. En encuesta tras encuesta, sobre la ética de la industria, la publicidad ocupa el penúltimo lugar. La única que es menos confiable que la industria de la publicidad, es la venta de autos usados.
Lo que ocurre en las empresas – y en otro tipo de organizaciones también – es que la gente acaba tan emocionada con el entusiasmo de su organización y de sus esfuerzos para llegar a ciertas metas, que no ve signos que deberían ser banderas rojas.
Y luego está el síndrome del avestruz, que simplemente mete la cabeza en la arena, y hace caso omiso de las cuestiones éticas, y todos sabemos que eso nunca es una solución.
Es importante ser conscientes de la miopía moral y las racionalizaciones que la apoyan, de manera que, las racionalizaciones, levantarán banderas rojas y nos exigirán hacer un cuidadoso examen. También es importante hablar de los temas que provoquen racionalizaciones, con personas a las que respetas. Puede ser útil tener asesores de confianza fuera de nuestro lugar de trabajo, empresa, industria o profesión, porque a veces todo un grupo de personas puede sufrir de miopía moral. Todos sabemos que las cuestiones éticas pueden ser difíciles, pero estamos sin duda más propensos a tomar buenas decisiones éticas, si esos problemas se enfocan con claridad.