Escrito y narrado por:
Robert Prentice, J.D.
Business, Government & Society Department
McCombs School of Business
The University of Texas at Austin
Muchos de los videos de los Conceptos al Descubierto, utilizan la investigación generada por el nuevo campo de la ética de comportamiento para ilustrar lo difícil que puede ser, hacer lo correcto, incluso para las personas que son “buenas personas”. El deseo de complacer a la autoridad o de encajar en el grupo, puede hacer que la gente actúe de manera incompatible con sus propios valores morales. La pendiente resbaladiza puede hacer que las personas no se den cuenta de los errores de juicio moral hechos por ellas mismas o por otros. La lista es interminable, pero la lección subyacente es clara: No es fácil ser siempre una buena persona, incluso aunque así lo quieras.
Pero la ética del comportamiento también nos puede dar orientación sobre cómo podemos actuar más éticamente y animar también a otros a hacerlo. Según el profesor James Rest, hay cuatro pasos clave para actuar con ética, los cuales hemos modificado ligeramente. En primer lugar, las personas deben ser capaces de percibir las dimensiones éticas de un problema al que se enfrentan. Esta es la Conciencia Moral. En segundo lugar, deben tener la capacidad de elegir un curso de acción que sea ético. Se trata de Tomar Decisiones Morales. En tercer lugar, deben tener el deseo de actuar según esa decisión ética. Esto se conoce como Intención Moral. En cuarto y último, deben tener la motivación y el coraje para actuar conforme a ese deseo, lo que llamamos Acción Moral. Este video explora el Paso 1 para ser tu mejor Yo, lo que significa el desarrollo de la Consciencia Moral.
Si la conciencia moral está ausente, la gente podría accidentalmente tomar la decisión “correcta”, pero podría también querer tomar una decisión poco ética porque se está centrando en otros aspectos del cálculo de decisiones y omitiendo inadvertidamente cualquier consideración ética.
Los estudios sobre la atención selectiva prueban que la gente en general ve lo que espera ver. Si te concentras demasiado en complacer a tu jefe, en llevarte bien con tus compañeros de trabajo, en el cumplimiento de las cuotas de ventas o de los objetivos de bonificación, ni siquiera podrás ver un problema ético que está justo en frente de ti. El fenómeno que los profesores Bazerman y Tenbrunsel llaman “desvanecimiento ético” y Drumwright y Murphy llaman “miopía moral” puede cegar a todos y provocar desaciertos éticos, si no tenemos cuidado.
Es nuestra responsabilidad, como personas que desean vivir vidas éticas, incluir a la ética en nuestro marco de referencia. Podemos hacerlo al recordarnos a nosotros mismos cada mañana en la ducha, que queremos ser buenas personas y que al cumplir con ese objetivo debemos esforzarnos constantemente para actuar éticamente al igual que lo hacemos para luchar constantemente por ganar más conocimiento y habilidad respecto a las cuestiones técnicas de nuestro puesto de trabajo. Tener cuidado con los temas delicados de la ética, es parte de nuestra responsabilidad personal y profesional de todos los días.
La ética del comportamiento nos enseña que debemos practicar escuchando a nuestra intuición moral interior, en lugar de hacer consistir todas las discusiones éticas en ejercicios legalistas; como los abogados, que pesan ambos lados de la cuestión o llevan a cabo un análisis sintáctico del lenguaje técnico en un intento por justificar una posición que la intuición les dice que está mal. Nuestro instinto no siempre tiene la razón, pero sería absurdo ignorarlo. Los psicólogos DeSteno y Valdesolo dicen esto: “Cuando nos enfrentamos a una decisión moral, toma unos segundos hacer una pausa y escuchar las voces interiores. ¿Hay un dejo de culpa, una pizca de vergüenza, un sentimiento visceral de malestar? Si es así, ¡no lo ignores!”. ¡Tu conciencia moral está despertando!