EpiPen es la marca de una jeringuilla que viene cargada del medicamento ‘epiphrene’, que se usa para parar una reacción alérgica aguda como las que pueden ser causadas por algunas comidas o las picaduras de abejas y que podrían ser mortales en algunos casos. En 2007 la empresa farmacéutica Mylan compró el producto de Merck. En aquel entonces, EpiPen ganaba ingresos anuales de $200 millones. Ya en 2015 los ingresos anuales de EpiPen pasaban los $1 billones y constituían el 40 por ciento de las ganancias operativas de Mylan.
Las ganancias de EpiPen no son los únicos valores que han crecido. Desde que Mylan comenzó a vender el producto, subió el precio de dos EpiPen de alrededor de $100 a $600, dependiendo de plan de seguro que tenga el cliente. Las organizaciones sin fines de lucro de protección al cliente registraron sus preocupaciones en cuanto a la accesibilidad del medicamento para los que lo necesitan. El Congreso de los EE. UU. lanzó una investigación del aumento en el precio de EpiPen. El Director Ejecutivo de Mylan Heather Bresch defendió el aumento insistiendo que estaba justificado por los mejoramientos en la calidad del producto. Explicó como EpiPen podría causar confusión ya que causó algunas administraciones accidentales del producto. La versión nuevamente diseñada por Mylan es más ergonómico y tiene menor posibilidad de lesionar.
Mylan respondió a las preocupaciones sobre el aumento del precio ofreciendo cupones para algunos pacientes de hasta $300 de rebaja. La empresa introdujo una versión genérica de EpiPen y proveído EpiPen gratis a más de 59.000 escuelas. Además, Mylan dio descuentos especiales a las escuelas públicas de Nueva York que lo compraron al por mayor, a menos que las escuelas no compraran productos semejantes de los competidores. Este acuerdo provocó una investigación antimonopolio por el Procurador General del Estado de Nueva York.
Mylan culpó los planes de seguro con altas tasas de deducibles por el incremento en el precio, y Bresch declaró la necesidad de más transparencia en tarificación de los medicamentos. El periodista Olga Khazan notó, que contario a lo que afirma Bresch, “una de las razones por la cual los empleadores (quienes ofrecen los planes de seguro a sus empleados bajo el sistema estadounidense de asistencia sanitaria) están dando preferencia a los planes de seguro con altas tasas deducibles es porque están reaccionando a los incrementos en los costos del seguro – los cuales van subiendo porque las empresas como Mylan siguen aumentando el precio de los medicamentos.” Los costos son inescapables. Los EpiPen se caducan 18 meses después ser manufacturados, y algunos pacientes necesitan usar más de uno durante un solo ciclo, o requieren tener varios disponibles en diferentes lugares para el fácil acceso en una variedad de situaciones. Al describir las 12 veces que el EpiPen salvó su vida, Ali Jaffe dijo, “la realidad es que, estamos gastando dinero en un producto que no esperamos tener que usar nunca, pero a veces, no tenemos otra. Soy muy atento a las etiquetas de nutrición en los alimentos y siempre pregunto cuáles son los ingredientes en los platos en restaurantes, porque como cualquier persona con una alergia alimentaria te dirá, lo inesperado ocurre.”
En agosto de 2017, Mylan finalizó un acuerdo de $465 millones con le Departamento de Justicia de los EE. UU. En el acuerdo Mylan nunca admitió haber cometido un delito. La empresa reclasificó EpiPen como un producto de marca, en vez de un producto genérico, y pagó reembolsos al programa se salud sanitario Medicaid.