La ética desvanecida ocurre cuando los aspectos éticos de una decisión desaparecen de nuestra perspectiva.
Esto sucede cuando las personas se enfocan en un aspecto u otro de una decisión, como las ganancias o las posibilidad de ganar. Las personas suelen ver sólo aquello que están buscando, y si no están buscando respuestas éticas, las pueden perder de la vista por completo.
La psicóloga Ann Tenbrunsel y sus colegas encontraron que las tendencias innatas psicológicas pueden conllevar a la autodecepción, que nos ciega de los aspectos éticos de una decisión. Por ejemplo, los eufemismos como “Nosotros no sobornamos a nadie … solo facilitamos el proceso,” ayudan a que las personas esconden y justifiquen sus malas decisiones.
La ética desvanecida es similar al proceso de desvinculación moral. La desvinculación moral sucede cuando las personas modifican su realidad para hacer que sus acciones parezcan menos dañinas de lo que en realidad son. Ambos procesos, la ética anulada y la desvinculación moral, ayudan a que las personas minimicen su culpabilidad al violar los estándares éticos.
Entonces, aunque la ética desvanecida es un fenómeno común, podemos minimizarlo aprendiendo a reconocer cuando estamos ignorando las cuestiones éticas en nuestra toma de decisiones.