Los valores son creencias individuales que motivan a las personas a comportarse de una manera u otra. Sirven para guiar el comportamiento humano.
Generalmente, las personas están predispuestas a adoptar los valores con los que se criaron. También suelen creer que esos valores son los “correctos” porque son los valores de su respectiva cultura.
La toma de decisiones en temas éticos involucra evaluar y comparar los valores. Los conflictos pueden surgir cuando las personas tienen diferentes valores, lo que lleva a desacuerdos sobre las preferencias y prioridades.
Algunos valores tienen un valor intrínseco, como el amor, la verdad, y la libertad. Otros valores como la ambición, la responsabilidad, y el coraje, describen características o comportamientos que son instrumentales.
No obstante, otros valores son considerados imperativos sagrados y morales para los que creen en ellos. Los valores sagrados raramente son comprometidos porque son considerados obligaciones y no parte de una evaluación en la toma de decisiones. Por ejemplo, para algunas personas, la bandera de su país puede llegar a representar un valor sagrado. Pero para otros, la bandera puede ser solo un trozo de tela.
Entonces los valores pueden ser sagrados, pueden tener valor intrínseco, o ser instrumentales, los valores varían entre individuos y a través de las culturas y el tiempo. No obstante, los valores son reconocidos universalmente como una fuerza que guía nuestra toma de decisiones.