El balance moral es la idea que muchas personas mantienen una cuenta mental o una especie de tanteador mental con el cual pueden comparar su propia imagen de ser una buena persona con lo que hacen en realidad.
Cuando hacemos algo que contradice nuestra autoimagen positiva, naturalmente nos sentimos que hay un déficit en el lado positivo de nuestro tanteador. En estos casos, es muy probable que busquemos activamente la oportunidad de hacer algún bien, algo que nos equilibre. Esto se llama la compensación moral.
Por lo contrario, cuando hacemos algo honorable sentimos un exceso de positividad en nuestro tanteador mental. En esos casos es posible que nos demos la oportunidad de no vivir conforme con nuestros estándares éticos. Esto se llama tomarse la licencia moral.
Por ejemplo, Oral Suer, el emprendedor y director ejecutivo de la empresa United Way basada en Washington D.C., recaudó más de mil millones de dólares para organizaciones caritativas locales. Desafortunadamente, Suer también se dio licencia de desviar una cantidad importante de estos fondos para su propio uso como regalo por buen desempeño.
Entonces nuestra tendencia a mantener un balance moral puede influir a que actuemos de manera poco ética. De hecho, debemos protegernos de nuestra inclinación de darnos permiso de desviarnos de nuestros estándares morales.