Escrito y narrado por:
Lamar Pierce, Ph.D., M.S.
Department of Organization and Strategy
Olin Business School
Washington University in St. Louis
Los incentivos están presentes en todos los aspectos de la sociedad. Las personas son recompensadas por llevar a cabo ciertas acciones, y no recompensados por realizar otras. Los trabajadores son remunerados por su esfuerzo y la productividad, a los vendedores reciben comisiones por sus ventas, y los propietarios de pequeñas empresas son recompensados con ganancias abundantes por proyectos exitosos. En tanto que estos incentivos estén bien entendidos por todos, funcionan razonablemente bien. Motivan el esfuerzo, el rendimiento y el bienestar social. Pero a veces, los individuos tienen incentivos que entran en conflicto con sus responsabilidades profesionales, a menudo en formas que no son transparentes para el público o para su propio entender. Estos conflictos de interés producen graves problemas económicos y sociales .
Los conflictos de intereses prevalecen en los mercados y en la sociedad, y pueden motivar a los profesionales a actuar en formas que violan sus responsabilidades y perjudican a sus clientes y empleadores. Los médicos, por ejemplo, pueden hacer frente a un conflicto de intereses cuando se les paga más por algunos procedimientos que para otros. La responsabilidad profesional es hacer lo que es mejor para el paciente, pero su incentivo financiero no siempre se alinea con esta responsabilidad. Si un oncólogo recibe ganancias de la venta de los medicamentos de quimioterapia para sus pacientes, y algunos medicamentos son más caros que otros, este conflicto se convierte en un problema. La mayoría de los médicos nunca pensarían en aprovecharse de manera que se perjudiquen sus pacientes, pero algunos pueden llegar a hacerlo ya sea consciente o inconscientemente.
Cuando hay conflictos de interés, casi se puede garantizar que van a conducir, al menos algunas veces, a malos resultados. Sorprendentemente, en muchos estados, los agentes de bienes raíces pueden representar tanto al comprador como al vendedor en la transacción por una casa. El conflicto en este tipo de transacciones es claro. El agente nunca podría tener los mejores intereses de ambas partes en la mente, al igual que un abogado no puede representar adecuadamente tanto al demandante como al demandado en el pleito civil. Incluso los profesores se enfrentan a un conflicto de intereses cuando están diseñando cursos que serán evaluados por los estudiantes que buscan buenas calificaciones y baja carga de trabajo. Si los profesores son promovidos hacia mejores puestos considerando su popularidad entre los estudiantes, ¿van a pensar en hacer el curso un poco más fácil para lograr eso?
La implicación clave es que los directivos y responsables de las políticas deben evaluar constantemente si los profesionales y empleados pudieran estar recibiendo incentivos para actuar en contra de su responsabilidad. La eliminación del conflicto de intereses, es una de las maneras más sencillas y eficaces para reducir el comportamiento poco ético en las empresas. Pero para ello, debemos estar dispuestos a reconocer que los códigos de conducta profesionales, como las seguidas por los médicos, abogados, contadores y agentes de bienes raíces, no hacen que la gente sea inmune a estos conflictos, y que estos códigos son rara vez una justificación para ignorar los resultados probables que los conflictos de interés crean.