El mutismo moral ocurre cuando las personas presencian comportamiento poco ético y optan por no decir o hacer nada al respecto. También puede suceder cuando las personas se comunican en maneras que pueden esconder sus creencias y principios morales.
Cuando vemos que otros se comportan de manera poco ética, es muy común hacer como si no pasara nada. Varios estudios muestran que menos de la mitad de aquellos que presencia un acto poco ético en el ámbito profesional no lo reportan. Reportarlo puede causar conflictos y solemos evitar conflicto porque se podría llegar a pagar un costo emocional y social muy alto.
Por ejemplo, en un estudio el psicólogo Harold Takooshian colocó abrigos de piel, cámaras, y TVs dentro de 310 coches cerrados en Nueva York. Envió a un equipo de voluntarios a meterse al coche y robar todos estos objetos, pidiéndole a los “ladrones” que actuaran de una manera excesivamente sospechosa. Alrededor de 3,500 personas vieron lo que sucedió, pero sólo 9 de ellas hizo algo al respecto. De los que reportaron lo sucedido, cinco eran policías.
Entonces sólo un porcentaje menor de las personas que vieron lo que sucedió lo reportaron. Pero, si queremos ser personas éticas, debemos tratar de combatir el mutismo moral en todas las áreas de nuestras vidas.