Theodore Roosevelt, Presidente de los Estados Unidos de 1901-1909, personifica a lo que muchos académicos típicamente se refieren a la ‘presidencia mayordoma’. En las palabras de Roosevelt, es el deber del presidente “hacer cualquier cosa que la nación requiera al menos que esa acción sea prohibida por la constitución o por las leyes.” Bajo la vista expansionista de Roosevelt, cualquier cosa que el presidente haga está permitida al menos que esté expresamente prohibido por la constitución o por las leyes pasados por el congreso. Roosevelt creía que servía al pueblo americano, no solamente al gobierno. Por lo tanto tomó varias acciones como presidente que llegaban a los límites de la rama ejecutiva, incluyendo la creación de parques nacionales sin la consideración de las jurisdicciones estatales y apoyar una revolución en Colombia para poder establecer el Canal de Panamá.
William Howard Taft, Presidente de los Estados Unidos de 1909-1913, al contrario, personifica a lo que muchos académicos se refieren a un modelo ‘construccionista estricto’ de la presidencia. Bajo este estilo presidencial, salvo que la constitución o el congreso explícitamente otorguen un cierto poder, el presidente no tiene el derecho a actuar. En las palabras de Taft, “el presidente no puede ejercer poder que no pueda ser justa y racionalmente rastreado a algún otorgo de poder especifico o justamente implícito e incluido dentro del otorgo expreso como propio y necesario para ejercerlo.”
Mientras que Roosevelt expandió el poder federal en varias áreas, Taft sentía que muchas de estas acciones representaban expansiones legales. Por ejemplo, como un “rompe-fideicomisos” Roosevelt diferenciaba entre ‘buenos’ y ‘malos’ fideicomisos, usando su poder expandido como presidente para hacer esta distinción unilateralmente. El hizo un “acuerdo de caballeros” con U.S. Steel diciéndoles que el gobierno estadounidense no atacaría a su empresa por prácticas de monopolio ya que él creía que la compañía estaba trabajando para los mejores intereses de los ciudadanos americanos. Roosevelt, sin embargo, no pasó ninguna ley o escribió contrato para asegurar esto. Taft tomó un punto de vista más legal y después, como presidente, ordenó a su abogado a demandar a U.S. Steel por ser monopolio. Roosevelt tomó las acciones de Taft como un ataque personal a su presidencia y puntos de vista.
Aunque Taft continuó muchas de las políticas de Roosevelt, él se inclinaba más a ver los hechos de la situación y tomar decisiones basadas en evidencia. Roosevelt, por otra parte, se inclinaba más a hacer lo que en su parecer era ‘correcto.’ Sus desacuerdos, que provenían de las zonas grises en la ley y la ética, ultimadamente provocó al rompimiento dentro del partido republicano durante las elecciones de 1912.