El ámbar es un material de resina que se forma a partir de la savia fosilizada de árboles de coníferas durante años de presión y calor constantes. Este material translúcido de color amarillo a marrón rojizo se ha utilizado de varias maneras, incluso para hacer joyas, en los entierros egipcios y en las artes curativas. Amber también juega un papel invaluable en la investigación. En algunos casos, el ámbar contiene inclusiones, como insectos, animales enteros o partes, y plantas que se atrapan y conservan. La capacidad de mantener intacta una parte de la historia ha dado lugar a una serie de descubrimientos y avances científicos, como las plumas de un dinosaurio no aviar que datan de hace 99 millones de años y la biosíntesis de grupos de genes para nuevos antibióticos.
Uno de los depósitos de ámbar más antiguos del mundo, que data de hace 100 millones de años, se encuentra en la región norte de Myanmar. El ámbar de Myanmar es abundante, de alta calidad y contiene inclusiones dentro de la resina. La extracción de estos especímenes de ámbar en Myanmar es el centro de muchas ventas legítimas y en el mercado negro a investigadores universitarios y coleccionistas privados por igual. En los últimos diez años, se han generado más de mil millones de dólares en ingresos legales por la extracción y venta de ámbar.
Myanmar es un pequeño país del sudeste asiático que contiene alrededor de 130 grupos étnicos diversos reconocidos por el gobierno. No existe una religión estatal oficial, pero el gobierno de Myanmar favorece a la población mayoritaria del budismo Theravada. Este favoritismo ha creado conflictos étnicos y religiosos que han resultado en discriminación impuesta por el gobierno. Por ejemplo, el gobierno ha dificultado que los grupos cristianos e islámicos obtengan permiso para reparar o construir nuevos lugares de culto. El Ejército de Independencia de Kachin, que incluye minorías étnicas que viven en el norte de Kachin y las regiones circundantes de Myanmar, ha estado en conflicto armado con el gobierno de Myanmar por la restauración de los derechos de los grupos étnicos minoritarios.
Durante muchos años, esta zona minera ha estado protegida por el Ejército de Independencia de Kachin. Sin embargo, en 2017, el gobierno de Myanmar lanzó panfletos desde helicópteros informando a la población del norte de Kachin que los civiles y los militantes de Kachin que permanecieran en la región serían considerados oposición hostil a las fuerzas militares del gobierno. El gobierno entonces expulsó a más de 5000 habitantes de sus hogares y aldeas, así como de las minas de ámbar. Esta adquisición hostil de las rentables minas de ámbar de Kachin asegura que las compras de ámbar a investigadores y coleccionistas privados ayudarán a financiar el lado gubernamental de la guerra civil étnica de Myanmar.
Si bien algunos investigadores y universidades sienten que deberían abstenerse de realizar tales compras de ámbar, su falta de participación permite a muchos coleccionistas privados retirar colecciones del público o cobrar a los investigadores una tarifa exorbitante por el acceso.
Además, muchos de los mineros de la región de Kachin, en ambos lados del conflicto, no son plenamente conscientes del valor del ámbar que venden y, por lo tanto, están siendo explotados por los mayoristas que les compran. Myanmar clasifica el ámbar como una piedra preciosa, no como un fósil, por lo que puede retirarse legalmente del país, a diferencia de los fósiles que tienen restricciones de extracción.