Dennis Kozlowski proviene de circunstancias modestas. El empezó su carrera en Tyco International en 1975 como auditor y ascendió la jerarquía empresarial convirtiéndose en CEO en 1992. Kozlowski ganó notoriedad como CEO por el gran crecimiento y rendimiento de la empresa, como también su estilo de vida extravagante. Kozlowski dejó la empresa en el 2002 en medio de una controversia alrededor de su compensación y gastos personales. En el 2005, Kozlowski fue condenado por crímenes relacionados supuestamente con incentivos económicos no autorizado de $81 millones, además de otros gastos e inversiones.
Como CEO, a Kozlowski lo elogiaban por el inmenso crecimiento de la empresa como también su habilidad de tomar riesgos. Inició una serie de fusiones y adquisiciones estratégicas que crecieron rápidamente el tamaño de Tyco. Durante los primeros seis años como CEO, aseguró 88 acuerdos de más de $15 mil millones. El crecimiento de la empresa se benefició del estado robusto de la economía, y los precios de las acciones de Tyco sobrepasaron las expectativas de Wall Street. Sin embargo, cuando la economía se estancó, la empresa empezó a tener problemas.
Supuestamente, Tyco pagó por el departamento de Kozlowski en Nueva York de $30 millones, como también regalos personales y fiestas, incluyendo $1 millón de los $2 millones para la fiesta de cumpleaños de su esposa. Después de que Kozlowski pagó una cuota de $20 millones a un miembro de la junta sin consentimiento previo, y pinturas que se le cobraron a las oficinas de Tyco terminaron en el departamento de Kozlowski (entre otras irregularidades), a Kozlowski lo acusaron de haber saqueado más de $600 millones de bienes de Tyco y sus accionistas.
Mientras que muchos cuestionaban su estilo de vida, otros cuestionaban su juicio y convicciones. Comentando sobre el caso, el abogado de derechos civiles, Dan Ackman, escribió, “Es justo decir que Kozlowski…abusó mucho de los privilegios empresariales … Sin embargo, la cantidad de cargos criminales relacionados al caso no dependen de que si los acusados tomaron el dinero—lo hicieron—pero de que si tenían la autorización de hacerlo.” Kozlowski declaró su inocencia, diciendo que “No hubo intención criminal en este caso. Nada se hizo a escondidas. No hubieron documentos destruidos. Toda la información que recibió la fiscalía llegó directamente de los documentos oficiales de la empresa.”