En el 9 de Julio del 2015, la gobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley firmó un proyecto de ley que exige la retirada de la bandera confederada de las instalaciones del Capitolio de este estado. La bandera y el masto donde ondeaba fueron retirados el día siguiente. Días antes de retirar la bandera, surgió un intenso debate sobre lo que implicaría quitarla. Discusiones similares surgieron en otras localidades de los Estados Unidos donde la bandera confederada y otros símbolos de la Confederación siguen exhibiéndose, desde instalaciones gubernamentales y universitarias a sedes de NASCAR y series populares de televisión.
Antes de que se retirara oficialmente la bandera del Capitolio estatal de Carolina del Sur, la policía arrestó a la activista Brittany Newsome por escalar el masto y quitar la bandera ella misma. La activista explicó su acto de desobediencia diciendo, “porque era lo correcto y era tiempo de que alguien hiciera algo al respecto. Se debe hacer lo correcto. Tenemos que enterrar el odio; ya ha pasado demasiado tiempo.” La Representante de Carolina del Sur, Jenny Anderson Horne, descendiente del ex-presidente de la Confederación Jefferson Davis, argumentó que la bandera de la confederación no debería ondear más en el Capitolio estatal. Regañó a sus colegas en un discurso emocional diciendo, “No puedo creer que no tenemos el corazón en esta cuerpo gubernamental para hacer algo importante – como retirar un símbolo de odio de estas instalaciones el viernes.”
Por otra parte, simpatizantes de la Confederación contienden que la bandera es un símbolo de orgullo histórico, no de odio. Ellos mantienen que estos esfuerzos para retirar la bandera son reacciones erróneas causadas por las fotos de Dylann Roof posando con una bandera confederada. Recientemente Roof fue juzgado por el asesinato con motivos racistas de nueve personas Afroamericanas en una iglesia de Charleston. El senador estatal de Carolina del Sur Lee Bright dijo que símbolos han sido usados erróneamente a través de la historia. Bright dijo, por ejemplo, que el Ku Klux Klan abusó del símbolo de la cruz pero que no han habido propuestas para deshacerse de todas la cruces. Similarmente, Kenneth Thrasher, el teniente comandante de los Hijos de los Veteranos Confederados, les urgió a los legisladores no actuar de manera apresurada ya que, “La bandera no mató a nadie. Fue un joven desquiciado quien lo hizo.”